viernes, 24 de enero de 2014

Programa Progresar una radiografía de la actualidad


Ni bien el Gobierno Nacional anunció el lanzamiento del Programa Progresar no tardaron en aparecer las voces de siempre en las redes sociales, de aquellos que celebran la medida y los que siempre critican cualquier medida emanada del ejecutivo nacional. Algunos con mas argumentos, otro con menos, pero todos hicieron escuchar su voz.

La iniciativa tiene como fin dotar de un monto de $600 pesos a los jóvenes que realicen cualquier tipo de estudios o que trabajen y no alcancen el salario mínimo de $3600, requisito que se hace extensivo al grupo familiar del joven.

Sin lugar a dudas el Gobierno Nacional a apostado a un Estado mas interventor en las cuestiones sociales y económicas, diferenciandose en cierto modo de la concepción sobre la relación Estado-sociedad que tenían aquellos nuevo liberales que gobernaron años atrás nuestro país. Aplaudo que los estados se preocupen por la ciudadanía, de hecho es una responsabilidad que los gobiernos deben hacer propia a la naturaleza estatal. Es deplorable ver cuando los gobierno se convierte en entendidas al servicio de las empresas imperialistas y permiten toda clase de atropellos al pueblo que dicen representar.

El argumento de que tal subsidio va destinado a los vagos me parece vergonzoso, dudo que la gente que lo emplea conozca la situación particular de todos los futuros beneficiarios; claro a menos que realicen sondeos muy masivos, sumado a que tienen una bola de cristal que les posibilita ver el futuro de la medida. De ser así admiro su capacidad para poder realizar estadísticas tan masivas y mas a un que hayan logrado descubrir un método tan eficaz para ver el futuro (no sean malos y diganme el numero que va a ganar el quini).

Muy a menudo los sectores mas pro-gobierno sostienen que este tipo de medidas son similares a las que llevó a adelante Perón en sus primeros gobiernos. En esencia tal afirmación puede llegar a ser valida, pero en otras características difiere demasiado a nuestra realidad social actual. En primer lugar el primer gobierno de Perón llegó a garantizar casi el pleno empleo, por lo que este tipo de medidas iban prácticamente destinada en su totalidad a las personas que estuvieran incapacitadas de insertarse en el mercado laboral por diversas razones. En cambio este gobierno si se quiere no ha logrado sostener un indice de empleo tan alto, si bien es innegable el notable descenso del desempleo en relación a décadas anteriores; pero a contrapartida del aumento en los indices de empleo salen a relucir una elevada tasa de informalidad laboral.

Si nos retrotraemos a discursos mas cercanos a los principios de los primeros años del kirchnerismo podremos recordar la idea de que tales medidas eran momentáneas y prácticamente se presentaban con una naturaleza paleativa, hasta que el país se recupere en forma integral del saqueo sufrido. En cambio ahora parece que este tipo de políticas llegaron para quedarse y ampliarse, dejando entre ver que la situación no esta tan bien como muchos sostienen.

En teoría el programa va a beneficiar a 1.500.000 jóvenes de un total de algo más de 4.000.000. Estas cifras dejan entre ver la existencia de un gran numero de familias que a un no pueden subsistir con los frutos de su trabajo y que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad similares con las que se encontró el kirchnerismo cuando asumió por primera vez.

No podemos poner en duda los positivo que es el rumbo que tomo este gobierno en volver a hacer que el Estado sea mas responsable. En lo que ataña lo social es un buen camino por el cual es necesario seguir caminando. Sin embargo el Gobierno tiene que darse cuenta que no puede vivir festejando medidas de asistencia que dejan ver que todavía la sociedad no se encuentra tan recuperada como se intenta querer hacer ver muchas veces. Todavía tenemos un amplio sector de la sociedad que necesita del Estado para sostener una calidad de vida relativamente digna.

Asegurar una tasa de ocupación alta con una calidad laboral aceptable dentro del circuito laboral, es todavía una deuda pendiente que tiene el Gobierno, la cual de a momento pudiera parecer que pasa a segundo plano frente a las medidas asistenciales. Posiblemente en las próximas elecciones muchos votantes decidan su voto basandose en tales problemáticas, la continuidad del proyecto kirchnerista para muchos va a depender de la forma que pueda hacer frente a estas cuestiones.

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