Córdoba no es una provincia ajena al drama de la excesiva centralización de la población y los servicios en un gran núcleo urbano. El oeste de la provincia de Córdoba es una de las zonas más postergadas de toda la provincia su producción agrícola no es tan rica como pueden ser las producciones del este y el sur de la provincia, mientras que la producción industrial en el oeste es prácticamente nula.
Los jóvenes de esta zona cuando pensamos en buscar un trabajo o emprender estudios a nivel superior lo primero que pensamos es en mudarnos a la ciudad de Córdoba, debido a que allí se centralizan la educación superior y las empresas generadoras de los puestos de trabajo, de hecho una importante parte de los jóvenes decide mudarse allí o en menor medida a Río Cuarto o Villa María.
Esto provoca que las ciudades del oeste cordobés queden sumidas en el atraso cultural y económico, al mudarse la mayoría de los jóvenes el oeste queda sin la creatividad social propia del espíritu juvenil, se pierde la energía renovadora que posee la juventud a la hora de trabajar por la sociedad.
Los que por A o por B nos quedamos nos encontramos sumidos en grandes dificultades tanto sociales como económicas, el empleo escasea debido a la falta de puestos de trabajo, estudiar una carrera universitaria solo es posible a distancia teniendo que sortear las dificultades del tener que estudiar sin compañeros y profesores, inclusive hasta con escasees de materiales, ni hablar de presenciar conferencias de personas idóneas del tema, eso no existe.
Por contrapartida los que se pudieron mudar para seguir estudios de nivel universitario, deben sortear las dificultades de alejarse de su familia, quizás hasta de pasar momentos económicos difíciles cuando sus familias no pueden mandarle el dinero suficiente, a veces deben conseguir un empleo paralelo a sus estudios para poder mantenerse y esto lleva acarreado un posible atraso evitable en sus estudios.
Por otro lado los que se fueron en busca de empleo si tienen la fortuna de conseguirlo lo más seguro es que no regresen, por contrapartida lado los que no consiguen empleo corren enormes riesgos de terminar en viviendas precarias sorteando los caminos más complicados que se pueden enredar en la telaraña de un sistema social desorganizado.
Al final de cuentas este proceso de migración interna se convierte en nocivo para las ciudades pequeñas debido a que se las despoja de las oportunidades de progreso, mientras que las ciudades de mayor tamaño reciben una porción importante de mano de obra y "materia gris", pero esto a costas de que en sus afueras se desarrollen asentamientos precarios de los que sin éxito migraron.
La solución sería la de descentralizar los puestos de trabajo para evitar la migración, el aumento de la polución y la contaminación industrial en las ciudades de mayor tamaño. La creación de nuevas casas de estudios superiores en ciudades estratégicamente ubicadas, para de esta manera apoyar el progreso industrial en las pequeñas y medianas ciudades evitando de esta forma la fuga de cerebros.
A nivel país la centralización masiva causa estragos urbanísticos, tengamos en cuenta que casi el 30% de la población del país se aglomera en el Gran Buenos Aires y este proceso se ve reproducido en escalas menores en la principales capitales de provincia como es el caso que acabo de exponer.
Tengamos en cuenta que esto es una realidad social latinoamericana que brega por una pronta solución conjunta de los ciudadanos.
